¿Te has parado a observar bien a estos seres, a pensar sobre ellos? Hazlo un momento. Fíjate en su estructura, en su movimiento, analízalo desde la distancia. Son realmente extraños.
A través del carboncillo, con líneas rotas y fragmentadas, he tratado de representar a estos fantasmas del mar. Parecen sólidos y punzantes, y a la vez son criaturas realmente frágiles. Una buena metáfora de la vida, o de cómo nosotros queremos entenderla.
Llevado por su pequeño cuerpo, entre corrientes que no puede controlar, avanza persistente. Las sutiles manchas de color verde, aplicadas en acrílico, sugieren el entorno marino y la vida que fluye alrededor de él. Como burbujas que suben a la superficie, añaden movimiento y vitalidad a la composición, contrastando con la estática figura.
Este ser extraño, como de otro mundo, me recuerda el juego entre lo grande y lo pequeño, lo frágil y lo fuerte y, al fin y al cabo, la deriva a la que todos estamos sometidos sin ser conscientes de ello.
Carboncillo y acrílico sobre papel.
65x50 cm.
2017
Esta obra se entrega con un certificado de autenticidad firmado por la artista.
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CABALLITO DE MAR
Técnica: Carboncillo y acrílico sobre papel
Tamaño de la obra: 65x50 cm
Año de producción: 2017